así lo dijeron los pobladores
de la localidad de Aerolito,
distante a 60 km
de la ciudad de Quimili,
en donde se celebro
el pasado 29 de Junio.
En una fiesta decorada por el sol, que nace resplandeciente en los pequeños pueblos del interior santiagueño y por el calor de su gente, se llevó a cabo un rezabaile que año tras año reúne a los pobladores de la zona, manteniendo viva las tradiciones folklóricas de nuestro acervo cultural, al igual que la esperanza, puesta en nuestros legendarios personajes.“La promesa de la Telesita” es una fiesta anual de la localidad de Aerolito, pero desde tres años atrás, la organización está a cargo de la familia Fermanelli, de la estancia “Doble cero”, cuyos propietarios son oriundos de la ciudad de Pehuajó, provincia de Buenos Aires.Los Fermanelli, radicados en la zona desde hace décadas, apegados y respetuosos de las tradiciones populares santiagueñas, se reúnen junto a los lugareños para rendirle homenaje a Telesfora Castillo, más conocida como la Telesita, y en este año, particularmente, agradecer-le por la lluvia, sobre todo, también por cada una de las gracias que los pobladores, en forma individual, recibieron de la Santa del folklore.En esta ocasión se sumó a la parte organizativa el jardín de infantes N° 414 de la escuela N° 849 de esa localidad, el que ofreció el servicio de la cantina y cuyos fondos recaudados fueron destinados a la cooperadora del mismo, que entre otros proyectos, apunta a la mejora del espacio edilicio. Por su parte, los anfitriones, ofrecieron a los invitados, un riquísimo asado a la estaca, bien al estilo norteño y empanadas con el sabor único del horno de barro y de la pasta echa al calor del fuego, elaboradas con las manos y el amor de las mujeres del pueblo.Las siete chacareras y los tragos en cada final de las mismas estuvieron coronados por la quema de la telesita de trapo, en medio de un sin fin de fuegos artificiales y gritos de: ¡Viva la telesita!, ¡Viva Aerolito!… Y así, viva la cultura, vivan nuestras tradiciones y vivan los paisanos que hasta hoy recuerdan aquéllos ritos que nuestros antepasados nos legaron. La música, el canto y el humor no pudieron estar ausentes. Es así que ese día se llegaron hasta la sombra de los árboles que circundan la cancha de fútbol de los aerolitenses, donde tuvo lugar la celebración, desde Quimili, “el Piny Loys“, con su natural candor humorístico y su folklore tradicional, junto al “Dúo Quimileño”, quienes estuvieron acompañados además, por “El ángel del chamamé”. A través de el diario “El Santiagueño”, el jardín de Infantes N° 414 de la Escuela N° 849 de la localidad de Aerolito agradece la colaboración desinteresada de la familia Fermanelli, a los señores: Eduardo (Edy) Manzino, Juan Nicolau, Guillermo Sarmiento, Juan Ludueña, todos ellos de la ciudad de Quimili y a toda la comunidad de Aerolito, por su colaboración y participación.
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