jueves, octubre 30

En la casa del intendente todo sigue como antes



Doña Norberta Antonia Savan, tiene 75 años, es una mujer a pesar de su edad hacendosa que todavía realiza los quehaceres de la casa y se niega que le ayuden. Su vivienda es un rancho bien puesto que se levanta en las orillas del pueblo en la curva de la ruta provincial 92, donde además y si es poco el ejemplo vive el intendente de la ciudad de Tintina Eduardo Almaraz, quien es el hijo menor de doña Antonia. El periódico “El Santiagueño” visitó a la anciana que nos recibió en la humildad de su casa prolijamente construida en barro y techo de tierra, reforzado con material, hogar que es también del intendente del pueblo quien cuando llego nos descubrió y con humildad nos mostró el rancho que es todavía el refugio donde dice que en la ternura de su madre encuentra la tranquilidad y la paz que lo ayudan a superar las tormentas de la política y de su vida personal. Doña Norberta, dice estar orgullosa de su hijo y es notable que nada entiende y poco le importa la política, viviendo en mundo donde con un poquito de lo que tiene, se conforma y le basta para ser feliz. Tal vez sea por eso que le cuesta comprender que de un hogar tan humilde y con tantas limitaciones pudiera haber llegado al cargo de intendente su hijo, el Eduardo al que lo único que le sobro fue el amor y el cariño de su madre y después se crió faltándole todo. “Almaraz es ejemplo para nuestra juventud, proviene de un hogar muy humilde y llego a la intendencia desde muy abajo, con sacrificio estudió, y se recibió de profesor elemental, ingreso al municipio de obrero y sus ganas de superación lo llevaron en pocos años a ocupar cargos importantes en secretarias de la comuna. Demostró, trabajó, perseverancia y honestidad, aptitudes y condiciones con la que se gano la confianza del pueblo y es para mi como político y diputado del departamento Moreno un orgullo de haber iniciado y apuntalado en la política al intendente de Tintina”- Dijo al periódico “El Santiagueño” el diputado provincial Luis Taco Gonzáles en el marco de los festejos de los 104 años de la ciudad. Es cierto en el rancho de doña Norberta Antonia Saban la madre del intendente, pareciera que nada, ni nadie, en la casa cambió, todos conservan la misma humildad y viven en la misma austeridad de siempre. Pareciera que a ese lugar, no llego la ostentación y el envilecimiento del poder, no hay lujos y como antes en el rancho, todo sigue igual.


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